Desde mi experiencia como marmolista y abrillantador de
suelo voy a intentar en este blog detallar el abrillantado de este material que
desde que llegué a Valencia me tiene sorprendido con su amplia gama de colores
y diferentes posibilidades de acabado.
En este artículo en concreto vamos a dar un tratamiento de
limpieza previa, después trataremos la baldosa con lijas diamantadas de
diferente grano, y por último aplicaremos una terminación en cera plástica y
otra con aceite de linaza. No obstante, y por mi experiencia, cuando lo que
queremos es hacerlo en una solería completa es mucho mejor una limpieza
profunda y posterior cristalización de este material, o incluso un pulido o
diamantado de ser necesario.
Como vemos en la primera fotografía tenemos una baldosa
(sacada de un contenedor de restos de obra) sucia y al tacto áspera .Así que
procedo a una limpieza con cepillo duro y un producto alcalino de limpieza, así
como con un detergente neutro, y posteriormente aplicando (foto 2) lijas
diamantadas desde el grano 60, pasando por el 120,220,400 y por último 800,
consiguiendo el resultado que podemos apreciar en la fotografía 3, y
comparándola con otra baldosa sucia en la fotografía 4.En este punto he
conseguido cerrar bastante el poro y conseguir un tacto suave y un cierto
brillo (fotografía 5).Es en este punto donde aplico dos acabados diferentes:
por un lado cera plática como vemos en la fotografía 6, en este caso cera
plástica pulimentable en pasta ( de ser una solería completa no aplicaremos
este tipo de cera, sino un sellador y posteriormente cera plástica
líquida)dejando secar unos 30 minutos y frotando con un trapo para hacer
aparecer el brillo. Por otro lado aplico aceite de linaza rebajado al 50% con
esencia de trementina en una primera capa, elimino el sobrante a los 30 minutos
y dejo secar 24 horas, a las 24 horas aplico una segunda capa y vuelvo a
eliminar el sobrante dejando secar otras 24 horas (fotografía 7).Los productos
usados aparecen reflejados en las fotos 8 y 9 respectivamente.
El resultado de la aplicación de cera plástica es bastante
satisfactorio en cuanto a brillo, aunque deja trazas visibles al trasluz, es
mejor aplicar sellador y cera líquida para posteriormente pasar cepillos en
seco, pero esto en una superficie a mano no da tan buen resultado como a
máquina, y aún mejor es un cristalizado tras el diamantado, pero tampoco es
viable en este trabajo a mano. El resultado por el contrario con aceite de
linaza es un brillo pronunciado, pero a requerido de mucho tiempo para su
secado, y sobre todo es una superficie algo pegajosa, que posiblemente atraiga
toda la suciedad.